UNIDOS POR LA CONSERVACIÓN
Los choiques translocados provienen de una población en buen estado de conservación del Parque Patagonia Argentina, donde la especie se recupera gracias a los esfuerzos de conservación de Rewilding Argentina con el apoyo de la Fundación Freyja. “Seleccionamos individuos de una población en buen estado de conservación para asegurar un impacto mínimo en el grupo original y de esta forma contribuir a restaurar la especie en Chile”, explica Sebastián Di Martino, Director de Conservación de Rewilding Argentina. A través del uso de tecnología GPS y telemetría, en Parque Patagonia Argentina se está ampliando el conocimiento sobre sus hábitos y ecología espacial.
Por su parte, Cristian Saucedo, Director de Conservación de Rewilding Chile, destacó la relevancia de la acción: “Hasta ahora no existían protocolos para recuperar especies mediante la colaboración entre países a través de sus fronteras. Este hito demuestra que, por necesidad, nuestros sistemas institucionales pueden evolucionar y responder de manera más dinámica a la crisis de biodiversidad”.

En Patagonia Azul trabajamos para generar información sobre la Patagonia marina a través de censos, estudios de migración y la
foto-identificación de individuos.
LAS COSTAS DE PATAGONIA AZUL se extienden sobre una de las zonas más ricas en vida silvestre del mar argentino. De las 16 especies de aves marinas que nidifican en Argentina, 13 lo hacen en este sitio a lo largo de 21 colonias de cría, como el petrel gigante, el cormorán imperial, el cormorán de cuello negro, el endémico pato vapor y la gaviota cangrejera.
La colonia de lobos marinos en las islas contiene alrededor de 4000 individuos, que representan el 20% de la población total que habita el área del Golfo San Jorge. La riqueza y abundancia de la zona atrae, también, a ballenas, orcas y delfines, mientras que en la tierra están presentes guanacos, choiques, maras patagónicas y armadillos.
Sin embargo, la introducción de especies exóticas en las islas —como conejos, gatos domésticos, ratas y peludos— amenaza a sus frágiles ambientes y a las colonias de aves marinas. A esta amenaza se suma la explotación para obtener agar, que ha provocado graves impactos sobre la diversidad biológica que albergan las praderas de algas.