En el proyecto Patagonia Azul trabajamos para ampliar la protección del Mar Argentino, restaurar sus ecosistemas e impulsar el desarrollo local a través del turismo de naturaleza y la producción regenerativa.
En el proyecto Patagonia Azul trabajamos para ampliar la protección del Mar Argentino, restaurar sus ecosistemas e impulsar el desarrollo local a través del turismo de naturaleza y la producción regenerativa.
Ampliar la protección del Mar Argentino en la zona Chubut —uno de sus puntos con mayor biodiversidad— es un objetivo integral del proyecto Patagonia Azul.
Trabajamos junto a los gobiernos para alcanzar una visión conjunta de protección, restauración ecológica, desarrollo de infraestructura y apertura al público de la tierra y el mar, para que los parques se conviertan en fuente de oportunidades para las comunidades locales y permitan el desarrollo sostenible en el largo plazo.
MUCHAS ESPECIES QUE HABITAN EL MAR ARGENTINO padecen diversas problemáticas por acciones humanas. El mar de nuestro país alberga áreas de cría de cetáceos (delfines y ballenas), importantes colonias de aves y mamíferos marinos, sitios de relevancia internacional para la alimentación de aves migratorias, áreas de concentración reproductiva de peces y crustáceos, praderas y bosques de algas, y bancos submareales de moluscos. Aves, reptiles y la mayoría de los mamíferos del Mar Argentino se encuentran bajo algún grado de amenaza de extinción.
Entre los factores principales que afectan a la biodiversidad marina se encuentran la interacción con la industria pesquera, la alteración del hábitat por el desarrollo de infraestructura, la introducción de especies exóticas y la contaminación marina, principalmente plástica y por hidrocarburos.
Epígrafe de la foto. Foto: Carmela Gonzáles
Epígrafe de la foto. Foto: Carmela Gonzáles
Entre los factores que afectan a la biodiversidad marina se encuentran la interacción con la industria pesquera, la alteración del hábitat por el desarrollo de infraestructura, la introducción de especies exóticas y la contaminación marina, principalmente plástica y por hidrocarburos.
LAS ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS (AMPs) son una herramienta legal para conservar los ecosistemas marinos, el sostén de la biodiversidad del planeta. La ley detrás de una AMP restringe ciertas actividades a fin de reducir o eliminar las amenazas principales sobre las especies y su hábitat y asegurar que continúen funcionando y garantizando los recursos que todas las especies necesitan para existir, como el oxígeno y el agua.
Las AMPs funcionan como «cajas de ahorro» de biodiversidad que, mediante el «efecto derrame», nutren de vida silvestre a los sitios que exceden sus límites, lo que favorece a la actividad pesquera. Además, las AMPs atraen e impulsan el turismo de observación de fauna, que constituye una fuente de ingreso permanente y muy importante para la economía de las comunidades costeras.
En Argentina, solo el 7% de la superficie marina está protegida. La mayor parte de esta área se concentra en tres grandes AMPs ubicadas en el extremo austral de la Zona Económica Exclusiva. En otras palabras, la protección marina es insuficiente en los hábitats críticos y en las zonas altamente productivas, donde las especies se alimentan y reproducen. Actualmente no existe una red de AMPs representativas ni bien conectadas a nivel nacional.
En Argentina, solo el 7% de la superficie marina está protegida. La mayor parte de esta área se concentra en tres grandes AMPs ubicadas en el extremo austral de la Zona Económica Exclusiva. En otras palabras, la protección marina es insuficiente en los hábitats críticos y en las zonas altamente productivas, donde las especies se alimentan y reproducen. Actualmente no existe una red de AMPs representativas ni bien conectadas a nivel nacional.
Epígrafe de la foto. Foto: Carmela Gonzáles
LAS ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS (AMPs) son una herramienta legal para conservar los ecosistemas marinos, el sostén de la biodiversidad del planeta. La ley detrás de una AMP restringe ciertas actividades a fin de reducir o eliminar las amenazas principales sobre las especies y su hábitat y asegurar que continúen funcionando y garantizando los recursos que todas las especies necesitan para existir, como el oxígeno y el agua.
Las AMPs funcionan como «cajas de ahorro» de biodiversidad que, mediante el «efecto derrame», nutren de vida silvestre a los sitios que exceden sus límites, lo que favorece a la actividad pesquera.
Además, las AMPs atraen e impulsan el turismo de observación de fauna, que constituye una fuente de ingreso permanente y muy importante para la economía de las comunidades costeras.
En Argentina, solo el 7% de la superficie marina está protegida. La mayor parte de esta área se concentra en tres grandes AMPs ubicadas en el extremo austral de
la Zona Económica Exclusiva. En otras palabras, la protección marina es insuficiente en los hábitats críticos y en las zonas altamente productivas, donde las especies se alimentan y reproducen. Actualmente no existe una red de AMPs representativas ni bien conectadas a nivel nacional.
PARQUE PROVINCIAL PATAGONIA AZUL
PARQUE PROVINCIAL PATAGONIA AZUL
En abril de 2025 el Gobierno de Chubut creó el Parque Provincial Patagonia Azul sobre un área costero-marina de 295.135 hectáreas a fin de conservar sus ecosistemas y desarrollar una economía regional basada en el turismo de naturaleza. El Parque Provincial se complementa con el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Azul (PIMCPA) y el Área Natural Protegida Cabo Dos Bahías.
El Parque Provincial Patagonia Azul es el primer parque provincial marino en Chubut y protege más de 60 islas, bahías y caletas donde convergen diversas especies de ballenas, delfines, lobos marinos, pingüinos, petreles y cormoranes, y donde se desarrollan bosques de macroalgas que sostienen ecosistemas de peces e invertebrados. Estos atributos representan un gran potencial de desarrollo regional basado en la conservación y la experiencia de la naturaleza.
El Parque Provincial Patagonia Azul fue el resultado del trabajo conjunto entre el Gobierno de Chubut, Parques Nacionales, organizaciones civiles y la comunidad de Camarones. En esta iniciativa, Rewilding Argentina donó 18.000 hectáreas que conformarán el Portal Isla Tova, uno de los accesos al parque, además de la colaboración en el desarrollo de áreas de acampe, una estación biológica, un puerto para embarcaciones y el sendero costero Huella Azul.